Nací en Checoslovaquia y desde mis primeros pasos en el mundo del arte me sentí atraída por la imagen en movimiento. Estudié Comunicación Audiovisual en la Universidad Palacký, con un fuerte interés por la cinematografía y el teatro. Mundos donde la luz, la emoción y la narrativa visual se entrelazan.

Con el tiempo, y ya instalada en Barcelona, me he sentido cada vez más conectada primero con la fotografía, y de allí, de manera orgánica, con la pintura: Un espacio dónde pude explorar con mayor intimidad y libertad mis inquietudes estéticas.

Con el tiempo, mi trabajo pictórico se ha centrado en lo figurativo, como un homenaje al cuerpo humano, templo y una máquina perfecta, bella y compleja. Un equilibrio entre la fuerza y fragilidad, entre estructura y emoción. Pintarlo es, para mí, una forma de rendir homenaje a su perfección silenciosa y su capacidad de comunicar sin palabras.

Mis retratos capturan instantes fugaces de introspeccion, fortaleza y vulnerabilidad, fusionando el realismo detallado con una abstracción suave y onírica.

Aunque la figura es mi lenguaje más natural, en ocasiones también me permito explorar lo abstracto y lo decorativo. Son momentos de libertad plástica, dónde la pincelada, la textura y distinta paleta de colores me permiten jugar con el lenguaje más intuitivo y sensorial.